fragantes flores pequeñas
postres de mundo
Galletas de nueces y canela!
Galletas de nueces y canela!
lista en
1 hora
dificultad
requerimiento diario
100% Grasa
100% Proteína
100% Carbohidratos
traducido del Italiano con
descripción
¡Biscottoni perfecto para el otoño!
preparación
paso 1
Si no desea utilizar harina de maíz, puede reemplazarla con harina 00, siempre 25 gr. Lo usé para dar más crujido a las cookies, ¡pero no es obligatorio!
paso 2
Trabajamos la mantequilla blanda con el azúcar hasta que obtengas una mezcla ligera y liviana, para esta fase de preparación usé una cuchara de madera. Añadimos el huevo e incorporamos.
paso 3
Agregue las nueces picadas (las corté con sus manos, no es necesario ser preciso en esta etapa), la harina de maíz y parte de la harina tamizada con polvo para hornear.
paso 4
Incorporar los polvos antes de añadir el resto de la harina y la canela. Obtendremos un primer compuesto líquido, luego más compacto pero siempre suave.
paso 5
Trabajamos con la cuchara para incorporar toda la harina, luego dividimos la mezcla por la mitad. Mueve la masa en la sartén creando dos salchichas.
paso 6
Deje reposar en la nevera durante unos veinte minutos y, mientras tanto, caliente el horno a 180 grados. Hornee por 20 minutos y hornee, sosteniendo las salchichas en la sartén ya que serán muy suaves, es normal que no se preocupe.
paso 7
Deje que se enfríe durante unos veinte minutos, antes de pasar a la tabla de cortar y cortar las galletas. Te aconsejo que uses un cuchillo serrado, el pan es ideal.
paso 8
Cortemos con movimientos horizontales sobre la corteza endurecida, luego presione hacia abajo para cortar las galletas que notará que son suaves en el medio.
paso 9
Los volvimos a colocar en la sartén, usé un plato pequeño para cada salchicha. Cocinemos de nuevo en un horno caliente, siempre 180 ° durante 15 minutos. Hornear y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
paso 10
Para moverlos, te sugiero que te ayudes con una espátula porque las galletas serán muy delicadas en esta etapa.
paso 11
Una vez completamente enfriados, podemos degustarlos y los que no servimos se pueden conservar en un recipiente hermético o en una caja de hojalata.